APORTE DE AZÚCAR.
Los hidratos de carbono deben representar la base de la alimentación y la principal fuente de energía de la dieta. Pero no es lo mismo consumir hidratos complejos que azúcares o hidratos simples
Los primeros deben predominar sobre los segundos para gozar de buena salud física, mental, prevenir trastornos y enfermedades. Organismos nutricionales nacionales e internacionales marcan los objetivos nutricionales para los azúcares, de manera que no supongan el 15% y el 18% del total de calorías de la dieta. Además de los alimentos dulces por naturaleza (fruta o miel), cuentan los productos azucarados tan habituales en la alimentación convencional y que se pueden mejorar. ¿Cómo calcular los azúcares que se comen con asiduidad, pensar formas sencillas y prácticas para mejorar la calidad de los hidratos de carbono y poner en práctica el plan?
Las recomendaciones nutricionales apuntan a que más de la mitad de la energía de la dieta debe proceder de los hidratos de carbono. Este grupo de nutrientes engloba moléculas de distinta naturaleza y formulación química, que se relacionan con efectos fisiológicos distintos, según sea el alimento rico en hidratos de carbono simples o complejos. Organismos oficiales nacionales e internacionales en materia de nutrición, como el Comité de Asuntos Médicos y Política Alimentaria y de Nutrición (COMA) y el Comité Científico Asesor en Nutrición (SCAN), proponen que la Cantidad Diaria Orientativa (CDO) de azúcares para mujeres y hombres adultos sanos suponga entre el 15% y el 18% respecto al total de las calorías de la dieta.
Para una mujer adulta sana que consume una dieta de 2.000 Kcal, tal rango de porcentajes equivale a un consumo recomendado de 75 a 90 gramos, según el grado de actividad física; hasta 120 g de azúcares, para un hombre adulto activo que consume una dieta media de 2.500 Kcal; y no más de 85 g, para niños de 5 a 10 años.
Azúcar al día:
La siguiente tabla incluye una selección de los alimentos dulces o azucarados más comunes en la alimentación cotidiana de España. Saber cuántos azúcares simples consume una persona al día es tan sencillo como anotar en una hoja, con el máximo detalle y precisión, el registro de alimentos ingeridos durante todo un día que sea representativo de la dieta habitual. A continuación, se subrayan los alimentos dulces o azucarados que conforman la dieta y se suma la cantidad de azúcar que proporcionan estos alimentos.
Comer a diario más azúcares de la cuenta redunda en perjuicio para la salud. Cuantas más calorías se ingieran, hay más riesgo de sobrepeso y obesidad, más probabilidad de caries, de desarrollar diabetes mellitus o hipertrigliceridemia, entre otros trastornos.
Más complejos, menos simples
Si el resultado es un desajuste dietético y los azúcares superan con creces los máximos recomendados, conviene pensar ideas para mejorar en calidad los hidratos de carbono de la dieta. Una reflexión en cada una de las comidas del día, los tentempiés, los aperitivos y bebidas que de costumbre se toman en casa o fuera, permitirá hacer pequeños cambios con resultados positivos.
No obstante, la mejora de la calidad de los hidratos de carbono no solo pasa por reducir los azúcares, sino también por sustituir las harinas refinadas por las versiones integrales y por aumentar el consumo de legumbres.
Os suena lo de: ¡Soy de huesos grandes! Cuando se
referían a su contextura corpulenta o ¡Como, pero no engordo! si era delgado,
bien, pues esto se debe a que cada persona tiene una estructura o composición
corporal diferente, que nos hace ser más gruesos o más delgados, aunque lleven
el mismo tipo de alimentación y estilo de vida.
Nuestra composición corporal está constituida por
varias sustancias como agua, grasa, hueso, músculo, entre otras. Por eso se
dice que somos lo que comemos…
El
cuerpo está dividido en tejido adiposo y masa libre de grasa.
El tejido adiposo es la grasa depositada debajo de la
piel y en el interior del cuerpo alrededor de las vísceras, carece de agua y
proteína. La masa libre de grasa está constituida por músculo, órganos, huesos
y piel, está formada por agua, proteínas y minerales.
La mujer naturalmente tiene un mayor índice de grasa
corporal que el hombre ya que el cuerpo lo necesita para procrear,
contiene alrededor de 6 y 11% más que los hombre.
La
composición corporal se clasifica en 3 biotipos:
Ectomorfo,
Mesomorfo, Endomorfo:
- Ectomorfo: Suelen ser de apariencia
delgada, con poca grasa y músculo, no engordan con facilidad porque tienen
un metabolismo rápido y tampoco crecen su musculatura fácilmente, sus
músculos son largos y delgados. La ventaja de este tipo es que no deben
seguir una dieta estricta y pueden mantenerse con facilidad.
- Mesomorfo: Naturalmente son de apariencia
atlética, con facilidad ganan músculo y tienen un metabolismo regular ni
tan lento ni tan rápido. La ventaja es que sus cuerpos son los más aptos
para desarrollar músculos fácilmente y la alimentación es menos estricta
que un endomorfo.
- Endomorfo: Son de apariencia más gruesa,
acumulan grasa y aumentan de peso fácilmente, el metabolismo es más lento.
Deben procurar llevar una alimentación balanceada y hacer ejercicios
regularmente. La ventaja es que al hacer ejercicios ganan músculo con
facilidad.
Esta
clasificación no nos limita a mejorar o modificar nuestra genética, ya que con
un buen entrenamiento y la alimentación correcta podemos hacerlo.
Los
porcentajes “ideales” de macronutrientes para cada biotipo:
- Ectomorfos: Dieta alta en carbohidratos,
en porcentajes serian 55% carbohidratos, 20% grasa y 25% de proteína.
- Mesomorfo: Dieta alta en proteínas y
carbohidratos. En porcentajes 40% carbohidratos, 30% proteína y 30% grasa.
- Endomorfo: Dieta baja en carbohidratos. En
porcentajes 25% carbohidratos, 40% proteina y 35% grasa.
Un
entrenamiento ideal para cada biotipo seria:
- Ectomorfo: Entrenamiento enfocado en fuerza, y no
tanto en cardio.
- Mesomorfo: Siendo los más suertudos por
naturaleza, su cuerpo se adapta fácilmente al ejercicio y desarrolla
músculo con facilidad con la mayoría de los entrenamientos.
- Endomorfo: Entrenamiento enfocado en el cardio y
fuerza al mismo tiempo ya que a diferencia del ectomorfo su tendencia es
acumular grasa con facilidad.
¿Ya
sabes cuál es tu biotipo? Ahora, sácale provecho.