#Me #Yo #Ex-gordita
Quiero hablar de cómo te sientes siendo una “ex gordita”, de lo que sientes que ocurre por dentro a raíz de perder peso “por fuera”.
De lo que se te mueve por dentro cuando la gente te dice: “Hala!!! Que cambio!! En serio esa eres tu! Pero si ahora eres un pivon. Y acto seguido lo intentan solucionar diciendo: “Pero rellenita también estabas muy bien”
Rellenita??? Perdona?!?!?! Se puede decir GORDA, que no pasa nada, no era ancha de huesos, o retenía líquidos, era GORDA.
Muchas veces he pensado que la que hemos sido gorda, seguimos teniendo esa mentalidad, piensas “este pantalón no me va a valer”, yo no puedo ponerme esa camiseta, buscaré mejor un bañador, fotos en bikini?? Ni de coña!!.
Muchas veces pienso que aunque la fachada cambie, los muros de carga siguen siendo los mismos, tu corazón es igual con 94 kg que con 64 kg, y eso hace que trates a las personas de la misma manera. Pero… Y las personas?? Te tratan a ti igual??.
Obviamente la seguridad para con un@ mism@ cambia, la manera de verte, de aceptarte, la ilusión por comprar ropa, la seguridad que tienes, te sientes más decidi@, menos acomplejad@ (sí sí, poder pasar al lado de un grupo de niños sin miedo a que digan: aparta que viene un/a gord@). Todo esto cambia y mucho con unos kilos arriba o abajo. Y aunque la gente no lo entienda Gema sigue siendo Gema.
Y respecto a las relaciones?? No sé si a vosotr@s os pasa, pero cuando pesaba 94kg era como si pensara que al no ser físicamente lo que encaja en los “ideales de “buena presencia”” tenía que conformarme con lo que viniera. Y compraba esas motos que me vendían puesto que tenía claro que quien se acercaba a mi era por mi forma de ser, por mi forma de pensar, por la manera de actuar. En ningún momento pensaba que solo querían un polvo de una noche, ya que no me consideraba así. Me dejaba llevar y me ilusionaba dándome la oportunidad de conocer a diferentes tipos de chicos. Eso sí, la mayoría de las veces ese enamoramiento era solo mío ya que tal cual llegaba se iba.
Bien!! 40 kg menos… Cambio físico… Y cambio en las formas en las que me tratan, que me entran, que me conquistan… Claro está que cuanto más voy encajando en “Buena presencia”, más ingeniosos se vuelven los vendedores de motos. Motos que ya no compro porque no las veo fiables, le falla un pistón…
A donde me lleva esto? Pues a no estar con nadie, porque no me fío ni de mi sombra y además siempre espero que aparezca “El Perfecto”, imagino que todo viene de atrás, de haber tenido que soportar burlas, de aguantar a mucho tonto y mucha lista. De haber llegado a creer que yo por mi condición física era menos que el resto, Llegas a pensar que te tienes que conformar con lo que la vida te dé.
Quizás por eso ahora creo ser tan selectiva (ojo!!! Que al ser pasional, acabare con quien menos me espere) .
Todavía a día de hoy quiero seguir cambiando, pero puedo decir que después de mirar y remirar mis cambios en el espejo he llegado a una conclusión. Y es que me quiero, me adoro, me admiro, que me considero una tía con la cabeza bien amueblada y fuerte que puede conseguir lo que se proponga a base de esfuerzo e ilusión (ya sé que esto lo debería de decir mi abuela, pero no pilota tanto como para ponerla a escribir aquí). Y digo esto porque quiero que quede claro que si yo pude, vosotr@s también podéis, que no hay cuerpo imposible si no mente incapaz, que se puede cambiar pero hay que querer cambiar.
Para terminar, deciros a tod@s los que os hayáis podido sentir así en algún momento de vuestra vida que sois grandes, y no de volumen, si no de corazón y de alma. Que nunca jamás NADIE os haga sentir que sois menos que el resto. Que nunca jamás NADIE os haga pensar que debéis conformaros con lo que tenéis y, además, sentiros agradecidos por ello. Os merecéis ser felices como l@s que más.
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